Cuando el propietario de una propiedad se encuentra con un enjambre o una colonia establecida, tiene dos opciones: eliminarlo vivo o erradicarlo.

En algunos casos, dependiendo del tamaño, la ubicación y el temperamento de una colonia establecida, nuestro apicultor  puede eliminar una colonia establecida y todos sus componentes (abejas, panales, crías, miel) y reubicarla de manera segura en un apiario. Los enjambres, dado su estado transitorio y su naturaleza dócil, generalmente pueden eliminarse fácilmente y trasladarse a un colmenar.

La erradicación de una colonia por parte de un operador certificado de control de plagas suele ser la opción cuando la colonia anida en un lugar que no facilita su remoción segura (por ejemplo, en lo alto de un árbol, en lo profundo de una vivienda ocupada, cerca de una escuela, etc.) , se considera que ya no puede prosperar o representa una amenaza punzante para los humanos.